Riesgos y recompensas...

Uno de los temas que siempre surge entre líderes es el tema del riesgo. Las preguntas siempre girar alrededor de ¿debo tomar grandes riesgos? o ¿Por qué es que mi esposa no comparte mi deseo te tomar riesgos? 

Entretejido en la enseñanza de EPM es el principio bíblico de tomar riesgos, pero dentro de un nuevo paradigma. El paradigma de la gran mayoría de las culturas del mundo es que el líder es un “dueño”. Lo adquirido con el sudor de nuestra frente y nuestro esfuerzo nos pertenece. Nos lo hemos ganado. Y siguiendo algo que comenzó temprano en nuestra niñez, nuestra palabra favorita acaba siendo “¡mío!”. Se expresa en todos los ámbitos de nuestra existencia.

El paradigma que Jesús nos presenta es nuevo, radical y revolucionario. Este nuevo paradigma requiere que yo adopte una nueva forma de pensar. Mi esposa…no es mía, es la hija de Dios que el me ha dado a amar, cuidar, proteger y ser fiel a ella hasta que la muerte nos separe. Mis hijos…no son míos, sino son los hijos de Dios que él me ha dado para amar, cuidar y proteger hasta que la muerte nos separe. De hecho el gran rey David nos recuerda de esto en sus palabras cuando escribe este canto…

He aquí, heredad del SEÑOR son los hijos; recompensa es el fruto del vientre. - Salmo 127:3 

Pero este nuevo paradigma no solo afecta mi relación con mis seres queridos…representa una nueva forma de mirar TODO en mi vida. Mis recursos…son de Dios. Mis talentos…son de Dios. Mis minutos …son de Dios. Mi empresa…tiene un representante legal ante el gobierno (un servidor) pero el verdadero dueño es Dios. 

Cuando empiezas a mirar la vida desde una perspectiva que tu Maestro Jesús te ofrece…cambia tu forma de ver TODO. En EPM lo llamamos la transición de dueño a mayordomo. Hay muchos líderes que nunca hacen esta transición. Son buenos líderes, pero nunca alcanzan la trascendencia de ese fruto a 100x1 al cual nos invita nuestro Maestro. ¿Donde se quedan cortos? Retienen una actitud de dueño. 

La cultura nos empuja hacia poseer. Nuestro Maestro nos empuja hacia administrar lo que reconocemos que es de él. Secreto: Siento más libertad de arriesgar lo que no es mío, pues dejo de estar solo y ahora estoy en sociedad con un inversor con recursos sin límite que espera que yo tome riesgos fríamente calculados con sus bienes.

Jesús nos explica que él es el dueño de todo y que el nos da lo que nos da para que lo arriesguemos, no para que lo enterremos. Así lo explica Jesús en una historia que él cuenta a quien quiera oírla y aprender de ella:

Inmediatamente, el que había recibido cinco mil monedas se fue, negoció con ellas y ganó otras cinco mil monedas. De la misma manera, el que había recibido dos mil ganó también otras dos mil. Pero el que había recibido mil fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.   S. Mateo 25:16-18 (RVA) 

Te animo a tomar el tiempo de leer toda la historia que rodea estos tres versículos durante esta semana. Te servirá en ayudarte a adoptar este nuevo paradigma y romper con un esquema falso de posesión. Otro secreto: Los administradores viven vidas menos estresadas que los dueños. 

Los líderes tienen una alta tolerancia por el riesgo. El líder cristiano tiene una ventaja sobre sus colegas en el resto del mercado. Al reconocer su posición de mayordomo de lo que no es suyo, su inversor mayoritario (Jesús) le da la visión, la valentía y la paz de tomar riesgos calculados para traer gloria al dueño, no al mayordomo.

Hasta la semana que viene, 

Dave Waters